¿Te gusta jugar? Es la mejor forma de aprender

Jugar es la fórmula perfecta para aprender sobre todo tipo de temáticas. También sobre marketing digital. Jugando se refuerza la fijación de conceptos.
Si me sigues en las redes desde hace algún tiempo (si aún no es así te invito a hacerlo) verás que utilizo el juego para introducir conceptos sobre marketing digital. Se trata de de una forma amena y divertida de adivinar palabras relacionadas con el mundo del marketing.
A este juego lo bauticé como Pigtionary, inspirado aquel que consistía en adivinar una palabra en base a un dibujo. Sí ese en el que dependiendo de quién dibujase la cosa se podía poner difícil de acertar.
Pues bien, he decidido que es hora de jubilar a mi querido Pigtionary. O al menos lo dejaremos descansar una temporada.
¿Quiere decir esto que voy a dejar de utilizar el recurso del juego en mis redes sociales? Nada más lejos de la realidad. Y te voy a explicar por qué.
Jugar para aprender: la gamificación
El juego es un método de aprendizaje muy eficaz. No obstante, a veces parece que dicho método este reservado exclusivamente para los más pequeños. Al crecer adquirimos otras fórmulas (menos divertidas, todo hay que decirlo) para aprender lo necesario para la vida adulta. De alguna forma olvidamos o aparcamos la idea de que jugar tiene unas ventajas fantásticas a la hora de fijar hábitos y conocimientos una vez dejada atrás la niñez.
Por este motivo, cada vez se habla más de la gamificación. ¿Habías escuchado esta palabra? La gamificación puede definirse como la técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional. Persigue entre otros objetivos:
- Adquisición y fijación de conocimientos.
- Conseguir mejores resultados en tareas diversas.
- Mejorar habilidades.
- Implementar hábitos.
De hecho, jugar tiene un papel tan relevante que los expertos apuestan por ello como algo esencial en nuestra vida. Según la opinión del filósofo y pedagogo Francesco Tonucci respecto a la gamificación:
“Todos los aprendizajes más importantes de la vida, se hacen jugando.”

Las cuatro patas de la gamificación: los cimientos que nos predisponen para el juego
Así pues, en un entorno gamificado se tienen que dar cuatro factores básicos para que el juego se desarrolle y las participantes tomen acción (jueguen):
- La estética: este eje es determinante, pues de él depende que los potenciales jugadores se sientan atraídos para tomar acción o no. Si no hay usuarios no hay juego. De ahí que la estética sea un factor a cuidar con mimo.
- La narrativa: las palabras tienen mucho poder sobre nosotros. De esta forma, la historia y el contexto sobre el que se asienta el juego tendrá un impacto u otro sobre el posible participante. Si la narrativa le resulta atractiva y le atrapa tomará acción.
- Las normas: todo juego tiene sus reglas o normas. Los requisitos de cada juego pueden ser más o menos exigentes. Unas normas sencillas y fácilmente alcanzables nos pueden hacer sentir más cómodos. Sin embargo las normas exigentes son tomadas por algunos como un reto más apetecible.
- La tecnología: es la parte física del juego. No tiene por qué ser tecnológica. Debe ser inclusiva y estar adaptada al público al que va dirigida.
En todo caso, es un hecho que la gamificación se está utilizando no solo a nivel educativo y académico, sino también en entornos laborales para mejorar la cohesión de equipos y la productividad.
Del mismo modo, sus usos en diferentes industrias del ámbito digital la utilizan para mejorar la experiencia de los usuarios.
Adios, Pigtionary…¡pero volveremos a jugar!
Como te contaba más arriba, la historia de mi Pigtionary ha llegado a su fin. Al menos por una temporada. Para mí ha sido muy divertido hacer esa pequeña sección. Me lo he pasado genial, la verdad.
De todas formas, durante este tiempo también ha habido alguna que otra “anécdota”. Como cuando detecté Pigtionary estaba siendo copiado por ahí. Son cosas que pueden pasar, aunque no deberían. No me hizo mucha gracia, si te soy sincera. Pero me quedo con la idea de que Pigtionary tuvo su impacto.
Dicho esto, la idea es que unas dosis de juego sigan presentes en el contenido de mis redes sociales. Digamos que “pasamos de pantalla” y vamos a un nuevo nivel. Volveremos a jugar con contenidos siempre encaminados a aprender, refrescar y descubrir términos y conceptos relacionados con el marketing.
Porque yo también tengo claro que jugar a cualquier edad es una forma maravillosa de abrir la puerta al aprendizaje. Y eso es maravilloso.
Me encantará que te pases por mis redes y participes, si te apetece.
Es el mejor modo de aprender que es jugando, totalmente de acuerdo contigo Gemma y deseando ver lo nuevo que vayas a publicar para seguir aprendiendo. Muchas gracias. Un abrazo
¡Muchas gracias por tu comentario, María! Así es, jugando se aprende mucho mejor y, además, te diviertes 🙂