Fuentes de información: recurre a las más fiables

Acudir a fuentes de información fiables lo puede cambiar todo. Lo hemos visto durante la crisis sanitaria por la covid-19 donde la necesidad de información, pero también los bulos y la desinformación, han sido protagonistas.
En lo que respecta al porcino, la desinformación y las fake news que provienen de agentes que nada tienen que ver con la realidad de nuestro sector dañan nuestra imagen y prestigio, lanzando a la sociedad mensajes sesgados y descontextualizados.
En estos casos, recurrir a las fuentes de información fiables marcará la diferencia que nos permita rebatir de forma precisa y fidedigna las fake news y mentiras vertidas por terceros.
Pero vamos a empezar por el principio.
Clasificación de las fuentes de información
De forma genérica, las fuentes se pueden clasificar en primer lugar según el nivel de información que aportan. Encontraríamos tres niveles:
- Primarias: serían las que revelan información original y novedosa que suele provenir de la investigación sobre un tema. En este grupo podríamos encontrar las publicaciones científicas, informes técnicos, actas de congresos, etc.
- Secundarias: aquellas que son producto de la síntesis y organización de la información que proviene de otras primarias. Podrían ser, entre otros ejemplos, las enciclopedias, las bibliografías o los artículos de análisis.
- Terciarias: a menudo consolidan fuentes primarias y secundarias facilitando el acceso a la información. Aquí encontraríamos directorios y resúmenes, por ejemplo.
Dependiendo grado de especialización que tratan pueden ser generales o especializadas.
Así mismo, teniendo en cuenta la dimensión geográfica que comprende la información podríamos hablar de fuentes locales, nacionales o internacionales.
Criterios a la hora de elegir
En la era de internet y las redes sociales, con cientos de fuentes de contenido diverso y miles de usuarios compartiendo información (y desinformación), debemos hacernos varias preguntas que actúen a modo de cribado para poder discernir las fuentes fiables de las que son dudosas.
Para ello basta con hacerse unas sencillas preguntas que acoten la procedencia y fiabilidad de la información. Vamos con algunas de ellas:
- ¿De dónde procede esta información? ¿Quién es el autor o autores?
- ¿Es reciente o está actualizada?
- ¿El autor o autores poseen los conocimientos y la autoridad que respalden esa información?
- ¿Está relatando un hecho o se trata de una opinión?
- ¿Cuál es su propósito? ¿Informa o está adscrita a otros fines?
Estas preguntas pueden funcionar a modo de primer filtro a la hora de detectar fake news y mentiras sobre el sector porcino y son de utilidad para que el público pueda discernir entre información fidedigna y la que no lo es.
La forma de los bulos
Y hablando de bulos, estos pueden ser de varios tipos. Diríamos que las informaciones falsas de fuentes poco fiables o directamente malintencionadas podrían atender a la siguiente clasificación, según estén confeccionadas:
- Suplantación de fuentes.
- Texto e imágenes manipuladas.
- Descontextualización de hechos.
- Información sesgada.
- Contenido directamente falso e inventado.
Así que estos serías los ingredientes de la receta de fake news, combinados o por separado. Hacerse las preguntas del apartado anterior es, como decía, una buena forma de cuestionarse la veracidad de lo que vemos o leemos en los medios digitales. Las respuestas a esas preguntas nos pueden desvelar algunos de estos ingredientes sospechosos.
Hechos y datos relacionados con la salud, la sostenibilidad, el bienestar animal y el respeto por el medio ambiente por parte del sector porcino suelen ser deformados, descontextualizados o inventados por terceros.
Sin duda la solución para darle la vuelta a estas situaciones pasa por una buena comunicación reputacional apoyada por las fuentes correctas.

Las fuentes de información del sector porcino: dónde acudir
Nuestro sector posee fuentes fidedignas y de autoridad reconocida que son el mejor apoyo para contrarrestar los mensajes y creencias sobre nosotros que no se ajustan a la realidad. Basarse en los datos de estas fuentes representa la forma más certera de hacerles frente y de establecer una línea de respuesta sosegada y asentada en una realidad comprobable.
La información que se puede consultar en estas entidades es una valiosa herramienta para extraer esos datos y argumentos que ofrecer a las personas que están dando por buenas noticias falsas, muy habitualmente por puro desconocimiento del sector y su actividad.
Estas son algunas de estas fuentes:
- INTERPORC: Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca. Es una entidad sin ánimo de lucro en la que están representados todos los sectores de la cadena de valor del porcino de capa blanca: producción, transformación y comercialización.
- PubMed: es un recurso gratuito que apoya la búsqueda y recuperación de literatura biomédica y de ciencias de la vida con el objetivo de mejorar la salud, tanto a nivel mundial como personal. Su base de datos contiene más de 34 millones de citas y resúmenes de literatura biomédica. Pertenece a las entidades National Center for Biotechnology Information (NCBI), la National Library of Medicine (NLM), de Estados Unidos.
- MAPA: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España.
- PRAN: Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos es un plan estratégico y de acción para la reducción del riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y su impacto sobre la salud de las personas y los animales.
- Medios especializados: revistas veterinarias, universidades, etc.
Argumentar basándonos en las fuentes correctas es la mejor herramienta para comunicar nuestra realidad, que a veces se ve deformada.
Trabajar la comunicación reputacional y ofrecer datos fidedignos frente a las mentiras es parte de nuestra responsabilidad para posicionar al porcino como se merece un sector líder.
Si este tema te parece interesante y tienes alguna duda o sugerencia déjame tu comentario o ponte en contacto conmigo.