Define tu marca personal paso a paso

La marca personal es tu identidad, lo que haces, cómo lo haces y el impacto que generas con ello. Es la huella que dejas con tus acciones, con tu imagen, tus opiniones y la forma de moverte por el mundo, virtual y presencial.
Al final, todo ese conjunto de cosas es lo que nos posiciona en la mente de los demás, que a fin de cuentas serán los que vean e interpreten el mensaje que enviamos con nuestra imagen personal.
Así pues, no importa si trabajas por cuenta ajena o por tu cuenta, si eres empresario o estás barajando comenzar tu propio negocio. Sea como sea necesitas trabajar tu marca personal.
Pero ¿cómo se define? Vamos a ver cuáles son los principales pasos a seguir.
1. Mirar hacia adentro.
Como decía al principio, la marca personal es todo aquello que hacemos y decimos. Todo lo que nos define. Por ello la mirada hacia nuestro interior es necesaria a la hora de descubrir y afianzar todo aquello que transmitimos hacia el exterior.
En esta primera fase, nos tocará hacer un ejercicio de introspección para analizar (y anotar) nuestras fortalezas así como nuestras debilidades. De la misma manera, registraremos las amenazas y las oportunidades, las cuales vienen del exterior y también forjan nuestra marca personal.
Si estás pensando que este paso trata de realizarte una auditoría, felicidades, porque justamente es eso. Utilizar la fórmula DAFO en esta fase será una valiosa herramienta para arrancar con una base registrada por escrito.
2. El feedback externo
Como las casas hay que empezarlas siempre por los cimientos, hemos visto que lo primero es dirigir la mirada hacia nosotros mismos. Pero, ¿qué pasa con la mirada que nos dirigen los demás? ¿Por qué es importante tenerlo en cuenta?
Pues para conocernos mejor, para aprovechar nuestras cualidades innatas y también para mejorar.
Un interesante ejercicio para analizar la mirada de terceros es la llamada Ventana de Johari, donde los cuatro cuadrantes a modo de secciones de una ventana describen:
- Área libre o abierta: los rasgos que tanto uno mismo como los demás perciben de nosotros.
- Área ciega: aquello que perciben los otros pero nosotros no.
- Área oculta o secreta: los aspectos de uno mismo que los demás no conocen.
- Área desconocida: serían los comportamientos o motivos no reconocidos por nosotros y que los otros tampoco reconocen.
Otra fórmula recomendable es casi obvia, pero con resultados muy interesantes: preguntar a nuestro entorno sobre cómo nos perciben.
3. Misión, visión y valores
Definir y describir estos tres conceptos será como calibrar la brújula de tu marca personal. Vamos a ver de forma muy sencilla de qué trata cada punto:
- La misión se enfoca en los demás y va mucho más allá de lo material. Debe ser transcendente e importante. Si te cuesta describirlo piensa ¿qué es eso que hago que ayuda a los demás y mejora un poco el mundo? Ahí estará tu misión.
- La visión se enfoca en las oportunidades que has podido ver en tu DAFO. Es el resultado de esas soluciones que aportas con tu actividad. En definitiva, es hacia donde te diriges.
- Los valores son el conjunto de virtudes que definen la interacción y la relación de la persona con su entorno. Se incluyen los rasgos éticos y sociales que nos caracterizan y nos conectan con los demás.
4. Define tu nombre
Desde luego puede y, tratándose de marca personal, diríamos que es importante que sea tu nombre y apellido. Puedes añadir el nombre de tu actividad, aquello a lo que te dedicas. Lo importante es que:
- Sea lo más corto posible.
- No contenga palabras añadidas complicadas.
- Se recuerde de forma fácil.
- Utilices el mismo en los distintos canales de comunicación donde te muevas.

5. Identidad verbal en la marca personal
La identidad verbal engloba todos aquellos recursos de dan solidez y forma a la manera en que nos dirigimos a los demás como marca. Es la personalidad que imprimimos a nuestra comunicación escrita y que es reconocible por los demás como nuestra.
Pero para que sea reconocible tiene que tener coherencia y plasmar nuestra esencia en todo momento y en todos los formatos y canales que utilicemos en nuestra comunicación.
6. El poder de nuestra propia imagen
La imagen que proyectamos tiene que tener coherencia con nuestros valores personales y profesionales, nos debe representar y tiene ser parte activa de lo que queremos expresar. En definitiva: nuestra imagen personal va a comunicar nuestra identidad.
Así que nuestra forma de vestir, los colores que utilicemos en ropa y accesorios, el estilo y nuestra forma de integrarlo cuando nos mostramos al exterior determinarán el mensaje que enviemos a los demás a través de nuestra presencia. Por lo tanto, una buena imagen personal será la que transmita tus valores, tu actitud, aptitudes, valores y habilidades. Tu marca tiene que proyectar tu esencia.
En resumen, es una parte muy importante de nuestra marca personal que no conviene dejar atrás o restarle importancia.
7. La visibilidad de nuestra marca personal
El plan de visibilidad estará incluido e integrado en nuestra estrategia de comunicación, será parte de ella. Porque la marca personal está presente en cada momento. Cuando nos dirigimos a nuestro público, ya sea de forma online (redes sociales, web) o presencial, cuando ampliamos nuestra red de contactos profesionales y hacemos networking, cuando continuamos formándonos en nuestro campo y ampliando nuestra identidad profesional.
En todos y cada uno de esos momentos estamos ofreciendo a los demás nuestra marca personal y por ello es vital ser conscientes de su importancia, tanto si somos profesionales independientes como si formamos parte de una empresa.
Siempre me he preocupado por trabajar mi marca personal. Cuido que la imagen que proyecto transmita mis valores, quién soy y qué es lo que hago.
¿Me sigues en las redes sociales y has visitado el resto de mi web? Verás que le doy mucha importancia a que todo tenga una coherencia para que mi mensaje sea el mismo en cualquiera de los canales que utilizo para comunicarme contigo.
¿Tú también trabajas tu marca personal dentro del sector porcino?