Alimentación: el consumidor demanda información

La información en todo lo que concierne a la alimentación es de suma importancia, ya que es un aspecto vital para la salud de los ciudadanos y tiene detrás a todo un gran sector imprescindible para el desarrollo.
Vivimos en la sociedad de la información. De hecho tenemos tanta a nuestro alcance que es necesario saber elegir bien para estar informados de forma válida y veraz.
En lo referente a la alimentación, la información disponible también ha crecido exponencialmente gracias al mundo digital, por lo que se hace indispensable comunicar de forma coherente y segura en todo momento.
En este contexto, el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra (OCC-UPF) realizó una investigación para la Generalitat de Cataluña sobre los intereses de la sociedad respecto a la alimentación. Este estudio desgrana los hábitos de la población a la hora de buscar y utilizar la información sobre este tema.
Así pues, se realizó una encuesta que se dividió en varios bloques temáticos, a saber:
- Interés por la información alimentaria.
- Asuntos más preocupantes sobre alimentación.
- Percepción personal de la información.
- Canales, medios y formatos.
- Percepción de la capacidad de comprensión.
- Credibilidad de los profesionales que informan sobre alimentación.
Los resultados de esta encuesta abren un abanico sobre los intereses y los hábitos informativos de los consumidores en torno a la alimentación. Vamos a echar un vistazo a las conclusiones más importantes valoradas por un grupo focal de expertos.
¿Qué interés tenemos por la información alimentaria?
La población está dispuesta a recibir información pero se observa que hay una demanda, por parte de los consumidores, de fuentes que ofrezcan informaciones de calidad. Los dos ejemplos principales los encontramos en:
- La relación entre alimentación y salud. Este tema genera muchísimo interés al tiempo que la información disponible es mucha. Esta información a veces es confusa y/o poco fiable, por lo que la necesidad de fuentes referenciadas y autorizadas y fiables donde el público pueda informarse de forma segura es un hecho.
- Las noticias falsas. Como en tantos otros ámbitos, la alimentación y su repercusión en la salud no está libre de fake news. Así pues es necesaria información veraz y científica adaptada al público para contrarrestar los bulos.
¿Qué es lo que más nos preocupa?
Los temas que más nos preocupan en relación con nuestra alimentación son:
- Los fraudes.
- La calidad y frescura.
- Los contaminantes.
- La claridad de los etiquetados.
- La trazabilidad.
Por lo tanto, de estas inquietudes se extraen claramente los puntos donde el consumidor está demandando una información clara sobre todos los alimentos del mercado.
¿Cuál es la percepción del nivel personal de información que tenemos?
Según los datos recogidos, el nivel de información que reconoce tener la población sobre alimentación es en general discreto.
Por lo que parece, y según los expertos, nuestra percepción del nivel de información es inferior a nuestro interés por los temas alimentarios debido a la sobreinformación existente. En medio de esta “marea informativa” se detecta una doble necesidad: información de más calidad y más capacidad crítica.
¿Cómo es la percepción de la capacidad de comprensión de la información?
¿En general nos sentimos capacitados para saber si una información es fiable? ¿Los consumidores la comprenden sin problemas? Por lo que dicen los expertos, la dificultad no se encuentra en la comprensión sino en la capacidad para distinguir fuentes fiables y seguras.
La demanda de nuevo tiene doble vertiente: más educación alimentaria e información más transparente.

¿Cuáles son los canales, medios y formatos más habituales de información sobre alimentación?
Lo más idóneo parece ser la información en diferentes formatos y niveles de lectura, combinando vídeos, enlaces, infografías, textos, referencias bibliográficas, etc.
De todas formas, las redes sociales (te hablaré más sobre este tema en el próximo post de mi blog) son las que mandan a la hora de llegar al máximo público posible y el vídeo es el formato más demandado, aunque no es incompatible con el resto.
La credibilidad de los profesionales que informan sobre alimentación
Médicos y científicos fueron los más valorados por los encuestados como profesionales con credibilidad profesional en la información alimentaria.
De ello se deriva que la implicación de estos perfiles en la comunicación es muy positiva. Por otro lado contar con diversos perfiles preparados y competentes para ofrecer una información multicapa parece una fórmula acertada.
Estas conclusiones nos acercan al consumidor y exponen un escenario en el que, claramente, la información sobre alimentación tiene mucho trabajo por delante para atender a las necesidades de la sociedad.
Para finalizar, la comunicación (ese diálogo con el consumidor que va más allá de la pura información) de todos los aspectos relacionados con los alimentos también tiene que hacer un esfuerzo por adaptarse con transparencia a las demandas de los consumidores.
¿Crees que la comunicación del sector porcino puede aportar comunicación de valor en este sentido? Yo estoy convencida, pero me gustaría saber tu opinión.